La principal interrogante era sobre cuál es el mensaje adecuado que hay que enviarle a los hijos en el camino del crecimiento y maduración. En la película se plantea la disyuntiva sobre solo mostrar el lado dulce de la vida a los hijos y no lo amargo, lo difícil y conflictivo de ser un humano con sentimientos y deseos que pueden ser contradictorios. Como madre de dos niños (9 y 5 años) pensé en que quisiera que mis hijos internalizaran a la hora de salir al mundo, que quería que llevaran en mente y corazón como bandera y arma y que deseaba que utilizaran como recursos antes de actuar o tomar decisiones como las planteadas en la película (un embarazo adolescente, relaciones sexuales, drogas, etc. ) y la respuesta no fue fácil de encontrar aún cuando uno cree que sabe muy bien lo que transmite.
Al final, llegué a la conclusión personal que solo deseo y puedo hacer algunas cosas:
Puedo desear que mis hijos sean exitosos a nivel académico y profesional pero debo enseñarles que ese camino no es fácil, que deben luchar para lograrlo, que requiere de sacrificio y esfuerzo y muchas veces se cae en el camino pero deben levantarse para continuar.
Puedo desear que siempre estén rodeados de amor y buenas personas pero debo enseñarles que las relaciones humanas se basan en dar y recibir, que no siempre resultan como queremos pero que no por eso debemos renunciar al amor, la amistad, la fraternidad. Que aunque obren bien, encontrarán personas que los juzguen mal pero deben aferrarse a la paz de su consciencia para no ser derrotados por juicios negativos o malintencionados.
Puedo desear tal o cual orientación sexual, religiosa o política para ellos pero debo enseñarles que, sea cual sea la que escojan deben ser honestos con sus creencias, buscar el bien en lo que hagan y no discriminar a nadie por no pensar como ellos.
Puedo desear que siempre se sientan capaces de todo y con fuerzas, ánimo y amor propio para enfrentar el mundo pero debo enseñarles que el espíritu humano a veces se resquebraja, que tenemos sentimientos oscuros y que podemos ir en contra de nosotros mismo, pero debemos mantener el amor a la vida como cable a tierra para no perder el rumbo.
En resumen, pensé que quería el mundo perfecto para mis hijos pero debo mostrarles todas sus imperfecciones para que lo sepan apreciar en su justa medida y tomar decisiones inteligentes en su momento. No es una tarea fácil, pero sin duda es fascinante.
Somos imperfectos naciendo, educándonos y viviendo en sociedades muy imperfectas. Lo más importante son los valores que dentro de la familia se le puedan dar a los hijos, ya que la mayor etapa de su de vida la pasarán preparándose en el modelo educativo establecido por la sociedad; hay un dicho que dice: de tal palo tal astilla, por eso los padres deben ser un espejo donde ellos puedan mirarse, predicarles con ejemplos de buena conducta y demostrarles que se preocupan y se interesan por ellos
ResponderEliminarMe acuerdo que en bachillerato y primaria me enseñaron que la familia es la base de la sociedad, pero ahora vamos al revés, la sociedad es la base de la familia ya que los padres han dejado en manos externas, por falta de tiempo, la formación primordial de valores de sus hijos ( escuela, amigos, primos, etc.) y es lo que tienen que tratar de revertir en la medida de sus posibilidades.
Como siempre te dejo una reflexión que me llegó por email. Te felicito por tu escrito y preocupación y estoy seguro que estás formando muy bien a tus niños y ellos te lo agradecerán y serán tu orgullo.
CRIA TUS HIJOS CON UN POCO DE HAMBRE Y UN POCO DE FRÍO
> El amor que les tenemos a nuestros hijos nos lleva muchas veces a cegarnos
> y a olvidar lo que los hará felices a la larga. Es muy común en estos
> tiempos que los padres de familia, sobre todo los de ciertos recursos
> económicos, les construyamos un mundo irreal, sacado de un cuento de Walt
> Disney, así de la realidad.
>
> Cuando tarde que temprano el cuento termina, nuestros hijos se enfrentan a
> un mundo que desconocen, que no comprenden, lleno de trampas y callejones
> sin salida que no saben sortear, y las consecuencias son peores a las que
> quisimos evitar.
>
> Hace poco la imagen de un padre con lágrimas en los ojos conmovió
> profundamente al mundo entero. Pelé, el gran ídolo del fútbol de los
> últimos tiempos, quien a diferencia de otras ocasiones, dio una de las
> ruedas de prensa más tristes y dolorosas de su Vida: su hijo, Edson de 35
> años, fue arrestado junto a 50 personas más en la ciudad de Santos Brasil.
El hijo de Pelé fue acusado de asociación delictiva con narcotraficantes
ResponderEliminar> y puede ser condenado a 15 años de cárcel. Con lágrimas en los ojos, el ex
> futbolista brasileño admitió públicamente que su hijo resultó involucrado
> en una pandilla de traficantes de cocaína arrestados por la policía. Pelé
> dijo a los medios: 'como cualquier padre, es triste ver a tu hijo metido en
> grupos como ése y ser arrestado, pero él tendrá que sufrir las
> consecuencias'. Y agregó, 'desafortunadamente, yo quizás estaba demasiado
> ocupado y no me di cuenta.'
>
> Es lamentable, porque yo siempre he peleado contra las drogas y no noté
> Lo que pasaba en mi propia casa. Pelé es un personaje mundial admirable
> como deportista y hombre honesto que no perdió su humildad como otras
> figuras del deporte. Sin embargo, es triste que un hombre bueno y talentoso
> como él se haya 'distraído' en su jugada más importante: la formación de
> sus hijos.
>
> La historia de Pelé no es un hecho aislado. Por desgracia es la vida de
> cientos de padres de familia de estas épocas atrapados en una agenda
> saturada de trabajo y de fuera de casa. Papás que compensan la falta de
> atención a sus hijos con bienes materiales. Los inscriben en las mejores
> escuelas, los rodean de lujos y comodidades y piensan que con eso ya
> cumplieron con su tarea de padres, cuando lo único que han logrado es
> formar niños que desconocen el hambre y tiran lo que no les gusta. Hijos
> tiranos, pequeños monstruos insoportables y prepotentes que sufrirán y
> harán sufrir a sus semejantes porque desde pequeños se han salido
> con la suya.
>
> Muchachitos que creen que sentir frío o calor es cuestión de aire
> acondicionado, que el cansancio que han sentido se limita a caminar unas
> cuadras porque no hallaron estacionamiento frente a la discoteca,
> jovencitos que piensan que el trabajo de los padres es firmar cheques para
> que ellos tengan todo lo que se les antoja.
>
> ¿Qué posibilidades tienen nuestros hijos de convertirse en hombres y
> mujeres de bien si los papás les damos todo y no les educamos la voluntad?
> ¿Qué hijos estamos formando si con nuestra actitud les mostramos que el
> dinero es lo más importante en la vida?
>
> Confucio decía 'Educa a tus hijos con un poco de hambre y un poco de frío'.
> Proverbios señala 'Corrige a tus hijos'. Cuánto bien hacen los padres a los
> hijos cuando ponen esa máxima tan sencilla en práctica. Y cuánto daño les
> hacen al ponerles todo en bandeja de plata.
>
> Hay muchas realidades que como padres quisiéramos desaparecer; el
> sufrimiento de los hijos, el exceso de sudor, de esfuerzo, y las carencias
> económicas. Sin embargo, quizás esas realidades no los hagan
> felices de momento, pero a la larga puedan forjarlos como hombres y
> mujeres de bien. Ojalá que más padres de familia tengan la inquietud de
> enterarse por dónde andan sus hijos.
>
> Que no les vaya a pasar que cuando tengan tiempo deban decir: 'Estaba
> demasiado ocupado y no me di cuenta'.
> 'ENCARGATE HOY DE LO POSIBLE QUE DIOS SE ENCARGARA POR
> TI DE LO IMPOSIBLE'.
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ResponderEliminarOlvidé comentar y Elder me lo acabó de recordar. Sólo tengo por repetir una pregunta que leí por allí:
ResponderEliminarNos preocupamos por dejarle un mejor planeta a nuestros hijos (con toda la parafernalia social que acarrea). ¿No sería mejor dejarle mejores hijos a nuestro planeta?
Gracias Elder! ese escrito me lo hizo llegar Moni hace un tiempo y me hizo reflexionar muchisimo sobre el tema.
ResponderEliminarCon respecto a tu pregunta Darwin: totalmente de acuerdo. No importa el mundo que encuentren, mientras los criemos como mejores personas cada día. Al final, el mundo será el resultado de quienes habiten en él.